La zona de Mulanje es donde encontramos los picos más altos de Malawi. Situado entre Blantyre y Zomba, y muy cerca de la frontera con Mozambique, se encuentra este macizo que se impone majestuosamente en el sur del país. Una zona rural, que destaca por sus plantaciones de té y por las diferentes rutas de senderismo que puedes realizar recorriendo las diferentes montañas del macizo de Mulanje.

La montaña más alta de Malaui es el Mount Mulanje, con una altitud de 3.002 metros sobre el nivel del mar. Esta cima se encuentra rodeada por otras montañas de altitud similar que forman un macizo que antiguamente era un volcán. Hay diferentes recorridos por hacer, con varios niveles de dificultad y días de ruta; y donde podrás subir a la cima más alta y también a algunas de las montañas de alrededor. Podrás visitar diferentes cascadas y, si eres amante y experto en escalada, subir una de las paredes de roca vertical más altas de África: el Chambe Peak.

Debido a la cantidad de agua y al clima que predomina en esta zona, durante el tiempo colonial, cuando Malaui se conocía como Nyasaland y formaba parte de los británicos, éstos empezaron a cultivar té en la zona de Blantyre y Mulanje. Hoy en día, todavía se mantienen muchas de las plantaciones en las que podrás ver todo el proceso de recogida del té (que lo hacen mayoritariamente a mano y con unas tijeras) y un entorno del que no estamos nada habituados.

Si eres amante de la montaña y la naturaleza, la visita a Mulanje es obligada. No sólo encontrarás un paisaje muy bonito, sino que también conocerás una zona rural del país con una población local muy sencilla y hospitalaria y donde entenderás por qué se conoce a Malaui como “el corazón cálido de África”.

¿Cómo llegar?

El macizo de Mulanje se encuentra en el sudeste del país, muy cerca de la frontera con Mozambique. Su población principal es Mulanje que se encuentra ubicada en la carretera M2, una carretera asfaltada y en buen estado. Esta zona está relativamente cerca de Zomba y Blantyre.

Si vienes de Blantyre, la ciudad económica más importante del país, tendrás que salir por el sur, y justo después del club de golf Limbe Country Club, continuar por la M4 dirección Thuchila. De Blantyre a Mulanje hay una distancia de 69 kilómetros que podrás realizar en un trayecto de aproximadamente 60-75 minutos, dependiendo del tráfico que encuentres a la salida de Blantyre.

Si vienes de Zomba, tendrás que tomar la M3 que va dirección a Liwonde, y justo después de salir de Zomba tomar un desvío a la derecha por la S143 (que se transforma en la S144). Pasarás junto al aeropuerto militar, en una carretera asfaltada de 67 kilómetros que termina en la población de Phalombe, justo al norte del macizo de Mulanje. Esta carretera pasa por diferentes poblados, y desde allí ya podrás ir viendo cómo te acercas a las montañas más altas del país. Una vez llegues a Phalombe, tendrás que girar a tu derecha por la carretera S147, siguiendo todo el macizo, hasta llegar a los 45 kilómetros a la población de Mulanje a través de la M2. Haciendo todo este recorrido (de Zomba a Mulanje), tardas unas 2 horas de trayecto.

Piensa que para acceder al macizo de Mulanje hay diferentes entradas. En este mapa, puede ver los diferentes poblados que se encuentran al pie del macizo:

Nosotros accedimos por Likhubula, que se encuentra 13 kilómetros antes de la población de Mulanje. Como puedes ver, hay diferentes puntos de acceso marcados dependiendo de qué excursión queréis realizar y qué zona deseáis visitar. Piensa que para realizar las rutas es obligatorio ir con guía, y si es de más de un día, con portadores. Se debe pagar una entrada de 1.000 MWK por persona y día para acceder al macizo. A continuación, os explicaremos las diferentes opciones de senderismo que hay en la zona.

¿Qué hacer en Mulanje?

Las principales actividades que realizar en la zona de Mulanje tienen que ver con la naturaleza y la montaña. Nosotros destacaremos algunas de las que hicimos y de las que nos recomendaron, pero os recomendamos que miréis este enlace donde encontraréis todas las rutas posibles a hacer detalladas con desniveles, recorrido, duración, número de kilómetros… Es un documento del 2017 hecho por el Mountain Club of Malawi muy interesante.

Conocer algunas de las cascadas del macizo de Mulanje, como las Likhubula Falls

Junto a la población de Likhubula, encontraremos una de las puertas de acceso al macizo del Mulanje donde tendrás que pagar 1000 MWK por persona y día. Justo antes de llegar al acceso, encontrarás a diferentes personas que te insistirán para acompañarte como guía, ya que es obligatorio. Nosotros te recomendamos que contactes con Francis, que es un chico muy majo que vive en la zona y que conoce muy bien todos los recorridos del Mulanje. Su teléfono es +265884406058.

Una vez pagada la entrada a la puerta de acceso de Likhubula, uno de los recorridos más cortos y sencillos es el que va hasta las cascadas de Likhubula. El hecho de que estas montañas se eleven de repente en una llanura provoca que se originen algunas nubes de lluvia que forman diferentes ríos y, consecuentemente, diferentes cascadas. Aparte de las de Likhubula, también son conocidas las Thuchila Falls o las Madzeka Falls.

El recorrido hasta las cascadas de Likhubula es de unas dos horas pasando por una zona boscosa que se encuentra al inicio del macizo. Una ruta fácil para realizar con niños. Nosotros visitamos las Likhubula Falls cuando ya bajábamos de hacer la Chambe Basin, una de las rutas más populares para realizar en Mulanje.

Hacer una de las rutas de senderismo que hay junto a las montañas más altas del país: la ruta Chambe Basin

También desde Likhubula, una de las excursiones más conocidas a hacer para descubrir el macizo de Mulanje es el Chambe Basin, donde según Francis podrás tener unas vistas espectaculares de las montañas y de todo el altiplano. Cuando nosotros la hicimos, en la última parte empezaron a aparecer una serie de nubes grises que nos taparon todas las vistas.

Esta ruta de unos 12 kilómetros es bastante exigente ya que durante las primeras 3 horas de recorrido existe un desnivel positivo de 1.000 metros. Sólo haces que subir y subir y vas cogiendo perspectiva de todo tu entorno.

Pasarás por diferentes bosques donde te cruzarás con locales que cargan troncos de árboles sobre sus cabezas, mientras tú vas resoplando, mirando hacia arriba. Pero el paisaje y las vistas son muy bonitas. Tuvimos mala suerte que en la parte final se nubló el paisaje porque seguro que hubiera sido muy bonito tener una visión del antiguo cráter que forma el macizo de Mulanje.

Cuando volvimos, decidimos parar en las Likhubula Falls ya que estaba cerca de nuestro recorrido, y volvimos al cabo de 6-7 horas de ruta hasta la puerta de acceso de Likhubula. Una ruta dura si no estás acostumbrada a andar por montaña, pero con un paisaje muy bonito.

Escalar una de las paredes verticales más altas del continente africano

En Mulanje encontramos el Chambe Peak, considerado una de las paredes de roca vertical más altas del continente africano. Si eres amante de la escalada y estás en Malawi, seguramente no querrás dejar escapar esa ascensión.

Con un recorrido de 650 metros verticales, encontrarás dos opciones de escalada para realizar. En este enlace encontrarás una descripción del recorrido. Es imprescindible realizar esta actividad con un guía de la zona, que podrás encontrar por ejemplo en la web del Mountain Club of Mulanje.

Realizar una ruta de senderismo durante diferentes días por la zona de Mulanje

El macizo de Mulanje, que se eleva bruscamente desde la llanura de Phalombe, con una altitud de 3.002 metros, es la zona más alta de Malaui. Se caracteriza por ser una zona densamente boscosa (encontrarás muchos locales cargando leña que cortan a mano), con una especie única de árboles conocida como el cedro de Mulanje. El punto más alto, el pico Sapitwa, favorece la formación de nubes de lluvia, lo que le convierte en una fuente importante de agua de lluvia para todos los ríos que se originan al pie de la colina. Además de ser el hogar de numerosas especies vegetales y animales, el Macizo también es un lugar popular para realizar senderismo y escalada.

De hecho, este pico de Sapitwa está rodeado de misterio porque en su idioma local, esta palabra significa “el lugar al que la gente no tiene que ir”. Dicen que allí viven los espíritus y que quien sube, ya no vuelve a la tierra. Pero, hoy en día, es una ruta de senderismo que puedes realizar en 3 días.

Algunas de las excursiones más populares de la zona de Mulanje se pueden encontrar en este enlace del Mountain Club of Malawi donde está muy bien explicado todos los recorridos posibles. Piensa que deberá contactar un guía. Nosotros os recomendamos que contactáis con Francis (+265884406058) que vive en la zona y conoce muy bien las diferentes rutas de senderismo que puedes hacer.

Caminar junto a las plantaciones de té que encontrarás en Malawi

El cultivo del té en África comenzó hacia los años 1850 en Natal, Sudáfrica, donde más tarde se abandonó ese cultivo por el azúcar. La influencia británica en África provocó que muchos exploradores trajeran plantas de té para probar este cultivo en las nuevas tierras que empezaban a descubrir durante el siglo XIX, como por ejemplo en Kericho (Kenia). Tras Sudáfrica, Malaui (conocido antes como Nyasaland) está considerado el productor de té más antiguo del continente.

En la zona de Mulanje, encontrarás buena parte de las plantaciones de té del país, donde aproximadamente un 20% de ellas están llevadas por pequeños agricultores. Si caminas por los alrededores, podrás visitar algunas de las plantaciones y ver cómo los locales cultivan el té, cómo recolectan sus hojas con tijeras y cómo lo recogen en un entorno muy bonito, con las montañas del macizo cerca. Una experiencia muy enriquecedora y, más si no estás acostumbrado a ver este tipo de cultivo.

¿Dónde dormir en Mulanje?

Si haces una ruta de más de un día por el macizo de Mulanje, encontrarás diez refugios para dormir, nueve de los cuales están gestionados por el Mountain Club of Malawi. En este enlace podrás ver los distintos alojamientos de dentro del macizo. En cambio, si quieres dormir fuera, encontrarás otros alojamientos entre los que destacamos:

– Likhubula Hiker’s Nest: Este alojamiento se encuentra a pocos metros de la puerta de acceso de Likhubula, y es una de las mejores opciones relación calidad-precio cuando visitas la zona de Mulanje. Dispone de habitaciones y también de un espacio de acampada. Para más información, puedes contactar con ellos al +265881915825 o al +265881487678 (Stanley).

– CCAP Likhubula House: Este alojamiento está situado dentro del macizo de Mulanje, justo después de la puerta de acceso de Likhubula. Es un albergue tranquilo que tiene distintos tipos de habitaciones (dormitorios, apartamentos con cocina…) y desde donde salen diferentes rutas para recorrer el macizo de Mulanje. Para más información, puedes contactar con ellos al +265888863632.

– Thuchila Tourist Lodge: Este alojamiento está cerca del acceso por Thuchila. Dispone de habitaciones, bar y diferentes servicios para acceder al macizo de Mulanje. Para más información, puedes contactar con ellos al +265888874500.

– Nalipiri Eco Resort: Este alojamiento situado en la población de Mulanje es de más categoría que todos los demás. Dispone de piscina, aparcamiento, restaurante y diferentes tipos de habitaciones con precios que giran alrededor de 35.000 MWK la habitación doble. Para más información, puedes contactar con ellos al +265992073399.

Nuestra ruta

DIA 1: Después de levantarnos pronto para disfrutar de un safari a primera hora de la mañana en el Liwonde NP y ver diferentes animales como leones, elefantes, hipopótamos o antílopes, condujimos las casi tres horas de trayecto hasta llegar a las puertas de Likhubula.

Llegamos hasta Zomba, pero en vez de entrar en la ciudad, nos desviamos por el aeropuerto militar y fuimos directamente a la región de Mulanje. Mientras nos acercábamos, íbamos viendo cómo sobresalía un macizo de toda la llanura, el macizo donde están las montañas más altas de Malawi. La carretera era muy bonita, puesto que pasaba entre diferentes pueblos rurales y un paisaje muy bonito.

No teníamos ningún alojamiento reservado, así que nuestra primera misión era encontrar un sitio para dormir para nosotros dos y Susanna. A través de la aplicación de iOverlander, encontramos el Likhubula Hiker’s Nest. Antes de llegar allí, encontramos en el camino varia gente que nos quería detener y que nos decía que eran guías oficiales para acceder a las montañas de Mulanje. Como se necesita guía obligatorio, son muchos los que se ofrecen y viven de los turistas que quieren realizar algunas de las rutas de senderismo en el macizo.

Nosotros rechazamos todos los guías, ya que primero queríamos encontrar un alojamiento y después ya tendríamos toda la tarde para ver con quién iríamos el próximo día a andar. Así que llegamos al Likhubula Hiker’s Nest, y allí, no había nadie ya que debido al Covid y a la época en que viajábamos (mes de marzo), no había mucho turismo. Sólo encontramos a Stanley, que se encargaba del lugar, y nos dejó acampar con el coche a nosotros dos y Susanna pudo tener una habitación. ¡Primer misión cumplida!

Después de hacernos el almuerzo bajo el porche del alojamiento y con diferentes guías que deambulaban por allí, entró un amigo de Stanley, Francis. Era un chico que había nacido allí y vivía con su mujer y su hijo, y se dedicaba a varios oficios: hacía de guía pero también tenía artesanía propia que hacía con la madera de la zona. Nos cayó bien, hablamos de las diferentes opciones de ruta, y acordamos que al día siguiente iríamos con él a hacer el Chambe Basin por un precio de alrededor de 13 euros por los tres durante todo el día. ¡Ya teníamos otra misión hecha!

Por la tarde, aprovechamos para descansar, revisar el tema de la uña de Esteve del pequeño accidente que tuvo en Nkhata Bay y pasear por la zona mientras nos cruzábamos con niños que volvían de la escuela y diferentes trabajadores que venían plantaciones de té y de las zonas boscosas del macizo de Mulanje.

Fuimos a dormir bajo las estrellas de las montañas de Mulanje, disfrutando de toda la experiencia que llevábamos viviendo en este país tan interesante del continente africano y, sobre todo, con gente que tenía una hospitalidad impresionante. ¡Hasta mañana!

DIA 2: Nos levantamos temprano para desayunar bien y coger fuerzas por la larga ruta que nos tocaba hacer hoy por el macizo de Mulanje. Francis nos esperaba a las 8h de la mañana fuera del alojamiento, y a falta de 10 minutos ya estaba allí puntualmente con una bolsa de plástico donde llevaba un poco de agua, y unos zapatos que para nosotros no serían aptos para ir a la montaña; pero allí, la gente local está acostumbrada a andar incluso descalza.

Caminamos los pocos metros que teníamos hasta llegar a la puerta de entrada de Likhubula, donde pagamos la tasa correspondiente de 1.000 MWK por persona para poder acceder al macizo de Mulanje. El primer tramo del recorrido sube junto a diferentes casas donde encontramos albergues para turistas que quieren realizar diferentes rutas de senderismo largas, como el CCAP Likhubula House, que también es el punto de salida de una de las carreras de montaña más famosas de Malaui de 25 kilómetros y que tiene lugar durante julio: la Porters Race.

Después de pasar la escuela, seguimos un camino que tenía una pendiente pronunciada. Francis ya nos avisó. La ruta del Chambe Basin sube, pero no pensábamos que fuese tan seguido… No teníamos en ningún momento un recorrido llano, así que parábamos a descansar en diferentes lugares mientras teníamos delante nuestra subida y más subida.

Pasamos por diferentes bosques donde oíamos los golpes con el hacha de gente que cortaba madera, y mientras Francis marcaba el ritmo, nosotros resoplábamos y íbamos a nuestro ritmo. Intentábamos hablar y bromear de lo que debería pensar en Francis de nosotros: ¡me han tocado los más lentos de todo el año!

El camino no paraba de subir, haciendo zigzag y sólo hacia arriba. Dejábamos atrás la llanura que cada vez la veíamos con un plano más panorámico, mientras ante nosotros las nubes ganaban terreno y tapaban, de vez en cuando, las vistas de las montañas más altas.

Llegamos a unas rocas donde pudimos beber agua y descansar unos minutos, mientras intentábamos relajarnos viendo las vistas y tomar algunas fotografías del paisaje. A la distancia, veíamos a dos niños bajando desde más arriba con lleno de árboles cargados en la cabeza. Nosotros que íbamos equipados con mochilas, agua y un buen calzado nos costaba dios y ayuda llegar, mientras que Francis con una bolsa de plástico y unos simples zapatos avanzaba como quien va a paseo.

Cuando los niños pasaron a nuestro lado, pudimos ver que llevaban unos troncos inmensos sobre su cabeza. Y, además, iban descalzos pasando por todas las rocas que justo habíamos atravesado… Seguramente, su día a día era subir hasta lo alto del macizo que nosotros queríamos llegar, cortar madera y volver a bajar al pueblo bien cargados.

Cada vez que ganábamos más altura, el clima empeoraba. Nos acercábamos a las nubes y hubo un momento en que ya nos adentramos en la espesa niebla de las montañas. Francis, en ese momento, ya nos avisaba: realmente estábamos muy cerca de la base desde donde se ve el cráter del macizo pero ese día no habíamos tropezado con el tiempo y seguramente estaría todo embromado.

Llegamos después de llevar casi más de 3 horas sólo subiendo metros de desnivel, y nos sentamos mientras podíamos ver debajo de nosotros, entre las nubes, el paisaje del llano de la zona de Mulanje; mientras que arriba y delante, donde debería estar el cráter, sólo veíamos un día bien gris.

Después de comer unos frutos secos y una fruta, tocaba hacer la bajada, que pasó mucho más rápido que la subida. Hicimos el mismo camino hasta un punto en el que nos desviamos para ir hasta las cascadas Likhubula. Las nubes ya quedaban atrás y volvíamos a adentrarnos en el bosque, mientras oíamos cada vez más fuerte el ruido del agua que rebotaba contra las rocas del río.

Las cascadas Likhubula no son unas cascadas como las de Calandula en Angola, las de Wli en Ghana o las Manchewe Falls del norte del país; pero como ya llevábamos más de 5 horas de ruta y era de bajada, nos gustó mucho poder detenernos.

Las montañas del macizo de Mulanje ya nos quedaban atrás y pudimos recorrer los últimos 2 kilómetros antes de llegar a la puerta de acceso de Likhubula tranquilos, hablando con Francis sobre su vida allí, su familia, las montañas y redescubriendo porque Malaui se conoce con el nombre del corazón cálido de África.

Una vez llegamos al alojamiento, antes de despedirnos de Francis, como Esteve llevaba una mochila que ya tenía sus años y quería dejar en el continente africano, la dio al guía para que lo utilizara por las siguientes excursiones que hiciera, y así en vez de ir con una bolsa de plástico cogida en la mano, podría ir si quisiera con una mochila cargada en la espalda. Si quería, también la podría utilizar para sus hijos cuando fueran a la escuela, y le explicamos la marca que tenía con la bandera catalana, nuestra tierra que hacía meses que no pisábamos y que nos la sentíamos tan cercana como cuando en ella Francis hablaba de Mulanje.

Habíamos buscado una larga y dura ruta de senderismo por las montañas, y ahora tocaba marcharse para ir hacia Zomba, nuestro próximo destino. Justo cuando ya estábamos poniendo todas las cosas en nuestro coche, volvió a aparecer Francis con unas cajas de madera que él hacía a mano y que nos regaló para que nos lleváramos ese recuerdo de las tierras más altas de Malawi. Pero, para nosotros, lo más importante no era ese recuerdo material, sino la vivencia que habíamos vivido ese día en aquella zona rural del país, con un paisaje que a pesar de las nubes fue muy bonito, y conociendo una de las vidas de una persona local de Malawi. Éste era el mejor recuerdo de nuestra estancia en el macizo de Mulanje. ¡Gracias Francis, gracias Malaui!