Las cuevas Ha Kome son uno de los lugares más curiosos que puedes visitar de Lesoto y han sido calificadas como Patrimonio de la Humanidad. Estas cuevas constan de cinco casas rupestres hechas de barro construidas dentro de una gran caverna. Las cuevas de Kome también se conocen como cuevas de Komaisa o «las grandes cavernas».

Hay diferentes versiones sobre el origen de estas cuevas, pero lo que sí está claro es que sirvieron de refugio para diferentes grupos tribales que se escapaban de las batallas que se originaron en el siglo XIX y de la población caníbal que se dice que habitaba en esta zona y que atemorizaba a todo el que pasaba por allí. Además, en esta zona también habitaron históricamente la población san.

Hoy en día, en estas cinco casas rupestres que son de los descendientes de los antiguos habitantes que vivían, todavía vive alguna familia como Mamutunusi, una anciana que pudimos conocer y que nos invitó a entrar en su casa que está construida en la cueva. Allí, podrás ver el antiguo escondrijo de al menos 3 grupos tribales diferentes que establecieron su refugio allí.

En cuanto al tema de la fauna animal, es interesante observar los murciélagos que viven en las cuevas de Kome, puesto que se ponen boca abajo, algo inusual para estos animales. La explicación de esta posición es que los techos de las cuevas están cubiertos por una gruesa capa de guano, que sirve de suelo natural a los murciélagos. El guano también proporciona una fuente de alimento para estos animales, así como para las arañas y roedores que también se pueden encontrar en las cuevas Ha Kome.

Podrás ir en coche hasta el centro de información de Ha Kome, que se encuentra a unos 500 metros sobre las cuevas, y donde encontrarás también artesanía local. Allí aparcarás tu vehículo (también puedes acampar aunque no hay duchas), y para acceder andando hasta las cuevas tendrás que pagar los 70 Rands por persona de la entrada (aproximadamente 4.20€). Te acompañará un guía y es muy recomendable llevar un buen calzado para realizar el recorrido de bajada hasta descubrir estas viviendas que quedan escondidas bajo el desfiladero de la sierra de Pulange.

La visita a las cuevas vivienda Ha Kome no te llevará mucho tiempo, y podrás combinar en un mismo día esta actividad visitando la interesante montaña de Thaba Bosiu (a unos 45 minutos en coche de las cuevas Ha Kome. Aquí podrás encontrar más información de este sitio tan especial), tal y como hicimos nosotros. Un día en el que seguirás la historia de Lesoto y podrás conocer cómo una cultura y un grupo se ha mantenido tan arraigado en estas tierras altas del continente africano.

¿Cómo llegar?

Las cuevas de Ha-Kome están situadas en la zona de Pulange, en el distrito de Berea, aproximadamente a media hora en coche de Teyateyaneng, la capital del distrito de Berea, y a una hora en coche de Maseru.

Si vienes del norte, es decir de la zona de Leribe (también conocido como Hlotse) o Butha-Buthe, deberás ir por la carretera principal A1 dirección Maseru hasta la población de Teyateyaneng. Allí, justo pasado la población tendrás que girar hacia la izquierda por una carretera secundaria, que también está asfaltada, y que pasa por alguna pequeña población como Mahatlanes. Tendrás que recorrer los 18 kilómetros de esta carretera y girar de nuevo hacia la izquierda siguiendo las indicaciones de Ha Kome. La última parte del trayecto sólo son 2 kilómetros en un camino de tierra donde al final bajarás por un camino al que es recomendable ir con un coche alto y desde donde ya podrás ver la perspectiva de las cuevas Ha Kome debajo del desfiladero donde encontrarás la oficina de información turística donde debes dejar el coche.

Si vienes de Maseru, tienes la opción de conducir hasta Teyateyaneng por el A1 y seguir las indicaciones anteriores, o bien salir por el sur de la capital por el A2 y justo a 5 kilómetros tomar un desvío a tu izquierda dirección Bokatis Store donde empezarás a conducir por la B21, una carretera de asfalto que termina al cabo de 14 kilómetros y donde tendrás que girar hacia la izquierda dirección Thaba Bosiu, que se encuentra sólo a poco menos de 4 kilómetros. De Thaba Bosiu, uno de los lugares históricos más importantes del país, tendrás que seguir la carretera principal (que es la que llega hasta Teyateyaneng) durante unos 26 kilómetros hasta llegar a un desvío a tu derecha donde encontrarás las indicaciones de Ha Kome y en donde estarás sólo a 2 kilómetros de la oficina de información.

Si vienes de Semonkong (A3) o Thaba-Tseka (A5), tendrás que girar seis kilómetros antes de llegar a la incorporación al A2 a tu derecha para tomar la carretera que te llevará directamente a Thaba Bosiu (al cabo de 9 kilómetros), y posteriormente en las cuevas Ha Kome. Y si vienes de Malealea por la A2, podrás girar por la carretera A3 dirección Thaba-Tseka, y al cabo de seis kilómetros tomar la carretera de tu izquierda que va hacia Thaba Bosiu. Pasado este punto histórico de Lesoto, te faltarán finalmente 28 kilómetros para llegar a las cuevas Ha Kome.

Las diferentes versiones del origen de las cuevas Ha Kome

Tal y como os hemos comentado, el origen de estas cuevas es totalmente incierto. Ha Kome (que etimológicamente significa “el sitio de Kome”) es uno de los tesoros escondidos de Lesoto. Es un pueblo que se escondió durante cientos de años de todos sus vecinos. Este lugar, situado en el valle de Phuthiatsana, se encuentra a los pies de la sierra de Pulange, en un vasto desfiladero de un pequeño afluente de un río. En este desfiladero se encuentran diferentes cuevas que podríamos imaginar que eran refugio también del pueblo san, uno de los pueblos más antiguos del continente africano (para más información sobre este pueblo que también conocimos en Botsuana, puedes clicar aquí).

En este desfiladero encontramos actualmente dos grupos tribales diferentes: los Basia, que se establecieron en lo alto del desfiladero con una población fija de unos 800 habitantes, y los Bataung que se trasladaron dentro del desfiladero, a 800 metros al norte -oeste de las cuevas, y que eran los que vivían en Ha Kome. De hecho, si los visitas podrás conocer al jefe tribal que tendrá como apellido Kome, ya que sus antepasados ​​vivían dentro de la cueva.

El origen de la llegada de Kome y su familia a este desfiladero y la construcción de estas casas no está clara. Actualmente existen diferentes versiones. Una versión dice que Teleka, el padre de Kome y del grupo étnico de los Basia, escapó de las duras batallas que tenían lugar cerca de su pueblo situado en la zona de Matatiele. Teleka se trasladó con su familia para encontrar un lugar seguro, y llegó a ese desfiladero donde encontró estas cuevas. Aquí sería un sitio ideal para pasar desapercibido por todos los habitantes de la zona.

Sin embargo, al poco tiempo llegó otra persona de la zona de Mekoatleng’l que se llamaba Khut’soane (conocido como el clan de los “leopardos”) y que se estableció en el mismo desfiladero, a poca distancia de la familia de Teleka. Pese a que se podían ver perfectamente, los dos grupos diferentes convivieron sin decirse nada durante unos meses, ya que temían que el otro fuera un caníbal. La primera vez que se encontraron, vieron que ninguno de los dos eran caníbales y Teleka autorizó que Khut’soane se casara con su hija y así pasaría a formar parte también del grupo tribal de los Basia y evitaría tener más enemigos en aquellas cuevas que sólo ellos habían descubierto. Así pues, se estableció una nueva familia donde Kome, hijo de Teleka, sería el jefe tribal y de ahí el nombre de Ha Kome.

Otra versión explica que estas cuevas fueron creadas por Kgotso Komaise, que buscaba refugio después de ser desplazado de su casa por un terremoto. Dicen que él y su familia se instalaron en las cuevas buscando refugio de los caníbales que antiguamente habitaban la zona y de las guerras que existían entre diferentes clanes producidas por una sequía de finales del siglo XVIII.

Kgotso era del clan Basia, también conocido como el clan «gato», que venía de Eastern Cape. Al ver que estaban en peligro, buscaron escondrijo en una zona más remota, buscando refugio bajo esta gran roca de granito. Kgotso y su familia empezaron a construir sus casas debajo de esta roca granítica, donde con el paso de las generaciones se ha creado una comunidad con más de 300 personas que viven en el pueblo situado sobre esta roca.

La tercera versión dice que el rey Moshoeshoe se escapó con Teleka de Botha-bothe, y encontraron este desfiladero para refugiarse de las diferentes batallas y para tener una amplia visión de quién podría venir y estar escondidos también de los caníbales, que vivían en las cuevas. A partir del poder y la fuerza de negociación de Moshoeshoe, los caníbales quedaron sometidos a su poder y pudieron moverse en las cuevas, donde dicen que Teleka, con poderes mágicos, mató a una serpiente que era la que controlaba el poder de toda el valle y él cogió las riendas de este desfiladero.

Y, finalmente, otra versión dice que un hombre zulú conocido con el nombre de Zanjane se estableció en este desfiladero durante el año 1820 cuando los bóers estaban conquistando diferentes territorios de la zona de Lesoto. Allí, se refugió con los caníbales y el rey Moshoeshoe le encontró durante su recorrido hacia Thaba Bosiu y se incorporó a su equipo controlando toda esa zona con los Basia y los Bataung. Este hombre estableció el clan de los leones.

Como ven, son muchas las historias que intentan explicar el origen de estas casas construidas dentro de las cuevas. Unas construcciones muy curiosas que sirvieron de refugio para mucha gente y que hoy en día, todavía siguen teniendo vida gracias a algunas familias de los descendientes que no quieren irse de ese lugar tan mágico para su historia y significado.