BENIN: Grand Popo, las playas paradisíacas de Benín

girona_1990_people

diciembre 6, 2023

Grand Popo es una región turística que se encuentra aproximadamente a dos horas de Cotonou y que está justo debajo de Togo. Es una zona que destaca por sus playas, y que se encuentra situada en un brazo de tierra que hay entre el océano Atlántico y los humedales del río Mono. Una región que seguro que no te dejará indiferente y donde podrás descansar en sus playas y conocer las tradiciones y los oficios de su gente.

Originariamente, Grand Popo era un conjunto de varios pueblos con un barranco arenoso que separaba el mar de la laguna. Era la región de la tribu Hula, pero con la llegada de los portugueses, los primeros colonizadores europeos que llegaron a la zona, pasaron a llamar a esta región como Grand Popo. El origen del nombre no está claro: algunos dicen que viene de la lengua Yoruba, una de las tribus principales de Nigeria, donde el nombre Popo significa los del oeste; otros dicen que el término «Popo» viene de los nombres que los europeos dieron a un antiguo gobernante llamado Kpokpo de Tado que era rey de una de las ciudades del interior del país pero que seguramente confundieron y por eso, llamaron a esta región como Popo para decir que era de este rey.

Aunque el origen del nombre no sea claro, lo que sí sabemos de lo cierto es que en esta zona tuvo una parte histórica muy importante ya que al estar situado junto a la orilla del océano Atlántico, allí se establecieron diferentes lugares donde guardaban los esclavos que transportaban hacia Ouidah antes de que partieran hacia el Nuevo Mundo. Hoy en día, todavía se pueden ver los restos de estas construcciones así como también diferentes casas coloniales de origen portugués, los primeros que llegaron a esta zona. 

En Grand Popo también encontramos la desembocadura del río Mono, conocida como «la bouche du roi», y que es un lugar ideal para observar aves acuáticas y navegar por sus manglares. El delta que forma esta desembocadura pertenece a una zona protegida conocida como la Reserva de la Biosfera del Delta del Níger, con una superficie de más de 6.000 km2 donde conviven diferentes especies marinas como el cocodrilo del Nilo o las tortugas, así como diferentes aves migratorias que descansan en sus humedales.

Grand Popo destaca también por su tradición. Allí, se celebra uno de los festivales más importantes de la religión del vudú con diferentes celebraciones, así como también otros actos culturales como el festival Nonvitcha que tiene lugar durante la fiesta del Pentecostés.

Actualmente, en Grand Popo también habita la etnia Mina, que antiguamente se dedicaban al comercio de aceite de palma pero que actualmente viven de la pesca tradicional y de la recolección de cocos. El paisaje de esta región es espectacular, con la mezcla de las aguas del océano Atlántico y el río Mono, las centenares de palmeras que encuentras junto al río, los diferentes manglares e islas donde viven pequeños poblados, el arte de la pesca que utilizan sus pescadores locales y una gente risueña, humilde y sencilla que,  a buen seguro, convertirán este destino como uno de los más bonitos de Benín.

¿Cómo llegar?

La región de Grand Popo está muy bien conectada entre la carretera principal que va de Cotonou a Lomé. Al estar al lado de la frontera, encontramos muchas maneras de llegar, haciendo que esta zona sea una de las regiones más visitadas y más fáciles para hacer una parada durante tu viaje.

Si vienes de Cotonou, encontrarás los taxis que se dirigen a Grand Popo en la zona que se encuentra junto a la plaza del Etoile Rouge. Nosotros pagamos 2.500 CFA por persona por este trayecto de dos horas. Pasarás por el lado de la ciudad de Ouidah (si quieres saber qué puedes hacer en esta ciudad histórica, clica aquí); y continuarás camino hasta llegar justo a la frontera con Togo, que es donde se encuentra la región de Grand Popo.

Si vas con un coche particular, piensa que encontrarás un peaje de 400 CFA para acceder a Grand Popo. Tendrás que conducir por la carretera RNIE1, y justo después de pasar por el lado del Lago Aheme y llegar al pueblo de Comè, continuar por esta carretera. Después de cruzar el puente del río Mono, ya habrás llegado a la ciudad de Grand Popo que se encuentra situada justo al lado del océano Atlántico.

Esta ciudad es la última parada que harás si luego cruzas a Togo (o la primera si vienes del país vecino), ya que a pocos kilómetros encontramos el punto fronterizo de Hillacondji. Las principales ciudades de estos dos países (Lomé por parte Togo y Cotonou por parte de Benín) se encuentran situadas a una distancia de 150 kilómetros que podrás recorrer en 3 horas aproximadamente por el volumen de tráfico que encontrarás. Así, pues, Grand Popo puede ser una gran parada para hacer este trayecto en dos partes y descubrir esta bonita región de Benín.

¿Qué hacer en Grand Popo?

La región de Grand Popo destaca por sus playas pero también por su cultura, por la pesca y por su pasado histórico. Si pasas algunos días, nosotros te recomendamos que:

– Navegar por el río Mono y llegar a la desembocadura, conocida como «La bouche du Roi»

Esta es una de las principales actividades a realizar si vas a Grand Popo. Esta región se encuentra justo al lado de la desembocadura del río Mono, creando un sistema de humedales fluviales formado por diferentes formaciones naturales como él lago Aheme, el canal Ahô y toda su laguna litoral. A su alrededor, encontrarás un paisaje lleno de palmeras y pequeñas islas. Un lugar ideal para recorrer lentamente con canoa y descubrir los tesoros escondidos que encontrarás.

Toda esta área está protegida por la Reserva de la Biosfera del Delta del Níger y podrás encontrar diferentes aves acuáticas u otros animales como los cocodrilos del Nilo o las tortugas marinas. La desembocadura del agua dulce en el agua salada permite ver unos paisajes muy bonitos junto al mar. En el canal encontramos diferentes islas y manglares donde viven muchos pescadores y donde podrás visitar pueblos tradicionales para ver cómo hacen el vino de palma artesanal y cómo viven junto a esta desembocadura.

La parte final de la desembocadura recibe el nombre de «la bouche du roi», traducido erróneamente de los franceses que llegaron y que escucharon que esta zona era «a boca do rio», una expresión portuguesa para ejemplificar aquella desembocadura que llegaba al mar.

Encontrarás mucha gente que te ofrecerá hacer esta excursión, ya que es una de las más populares de la zona. Nosotros lo hicimos con Mathias, el propietario de nuestro alojamiento, que nos llevó en coche recorriendo el océano Atlántico hasta llegar a un punto donde subimos a unas canoas para recorrer los últimos kilómetros del río Mono. Nos costó 10.000 CFA con comida incluida en un pequeño islote virgen del río Mono. ¡Una experiencia inolvidable!

– Relajarte en algunos de los alojamientos situados en primera línea de mar

Grand Popo es una ciudad que da de caras al océano Atlántico. Por este motivo, encontrarás diferentes alojamientos que se encuentran situados al lado de las playas y donde podrás descansar y relajarte. Piensa, sin embargo, que en las aguas del Golfo de Guinea encontramos muchas corrientes y, por lo tanto, no es nada aconsejable el baño.

De todas maneras, muchos de los alojamientos disponen de mesas, hamacas y lugares con sombra para descansar mientras observas la playa y el océano Atlántico. Un breve reposo que sólo será roto por la presencia de diferentes vendedores (pocos en comparación a las playas de Kenia o Mozambique) que te ofrecerán comidas, objetos de recuerdo o excursiones. 

– Conocer el pasado histórico que esta región tuvo con el comercio de los esclavos y el comercio con los portugueses

Grand Popo es una región que, desgraciadamente, tiene una historia oscura detrás relacionada con el comercio de los esclavos. Esta región fue colonizada por primera vez por los portugueses, que cuando llegaron encontraron diferentes grupos étnicos que se dedicaban principalmente al comercio del aceite de palma. Una vez que estos se establecieron y comenzaron a llamar a esta región como Grand Popo, iniciaron uno de los negocios más trágicos de la historia africana: el comercio de los esclavos.

Recorriendo la línea del río Mono y su zona estratégica junto al océano Atlántico, a Grand Popo y a algunas poblaciones cercanas como Aného o Agbodrafo, en Togo (si queréis saber más sobre esta zona, clique aquí), se empezó a desarrollar el comercio de esclavos. En algunas viviendas de Grand Popo, guardaban los esclavos que más adelante serían enviados a Ouidah o Agbodrafo con el fin de ser transportados en barcos, como si fueran una mercancía, hasta el Nuevo Mundo y de esta manera poder cubrir las necesidades de mano de obra que necesitaban los países colonizadores.

Este negocio, de los que también fueron partícipes muchos grupos tribales locales que capturaban a sus enemigos y los vendían a los colonizadores, fue una de las empresas más tenebrosas de toda la historia africana y, especialmente, de las costas del Golfo de Guinea. En Grand Popo, aunque ya en muy mal estado, encontraréis algunos edificios coloniales de aquella época y que formaron parte de este triste episodio que comenzó en el siglo XV con la llegada de los portugeses .

– Descubrir como las tortugas ponen los huevos en las playas de Grand Popo

Entre los meses de agosto y marzo, podrás observar los movimientos de las tortugas que vienen a poner los huevos en las playas de Grand Popo. Los meses de noviembre, diciembre y enero son los meses con más presencia de estos animales junto al océano Atlántico. De hecho, el día 8 de enero está el festival nacional de las tortugas celebrado por la ONG local Nature Tropicale donde podrás participar en la liberación de los bebés de tortugas tras la incubación de los huevos salvados de los nidos en peligro en las playas. Nosotros, al visitar Benín, durante el mes de mayo-junio, no pudimos ver las tortugas marinas.

– Ver el arte de la pesca de la gente local

En Grand Popo quedarás embadurnado de la técnica de pesca que utilizan los pescadores locales. Podrás ver sus movimientos una y otra vez, y no te cansarás nunca de ver esta forma que tienen de pescar que la podríamos definir como toda una obra de arte.

Los pescadores, algunos de ellos en pequeñas canoas de maderas y otros situados a la orilla del río Mono o la desembocadura «la bouche du roi», llevan unas redes hechas a mano que voltean por encima de sus cabezas y tras unos cuantos movimientos la tiran con un estilo determinado para que esta red se abra y caiga dentro del agua. Después, recogen la red con el fin de pescar los diferentes peces que han caído en su trampa.

Este lanzamiento de redes lo repiten constantemente, cambiando diferentes veces de posición. Ver este tipo de pesca te deja hipnotizado por su belleza y por su arte, ya que las redes llegan muy lejos creando diferentes escenas fotogénicas muy bonitas.

La región de Grand Popo es una región, mayoritariamente, pesquera. Aparte de los pescadores que pescan en el agua dulce de los humedales del río Mono; encontrarás otros pescadores que salen al mar con sus barcas de madera decoradas con unas imágenes de colores muy vivos que también convierten en un arte el dibujo de estos vehículos.

Finalmente, al ser un pueblo que vive de la pesca, podrás encontrar también mucha gente que arregla o construye las redes que son las principales herramientas que tienen para pescar. Grand Popo es una región que vive enfocada al agua, y desde donde podrás observar el magnífico arte de la pesca de la gente local.

– Asistir a alguna celebración tradicional de algún poblado de la región de Grand Popo

En Grand Popo, como en muchas regiones de Benín, podrás ser partícipe de muchas celebraciones tradicionales. La religión vudú es una de las religiones oficiales del país y en muchos poblados se celebran bailes y tradiciones para contactar con el más allá. El 10 de enero se celebra el festival nacional del Vudú, uno de los festivales más importantes del país, y donde muy seguro te impregnarás de todo lo relacionado con esta religión tan misteriosa. Además, durante el día de Pentecostés también se celebra el festival centenario Nonvitcha, un festival tradicional de la comunidad Xwla para celebrar la unidad y la hermandad de los pueblos Xwla y Xweda. Nonvitcha significa literalmente «hermanos unidos» en el idioma Xwla.

¿Dónde dormir en Grand Popo?

Grand Popo dispone de una oferta de alojamientos muy variada. Entre ellos, nosotros destacamos:

– Auberge Grand Popo: Antiguo edificio colonial donde había un juzgado y una cárcel, este alojamiento situado a primera línea de mar dispone de habitaciones dobles en un entorno muy bonito. También dispone de restaurantes y es un buen punto de partida para ir a descubrir las diferentes celebraciones del vudú y conocer la zona. Para más información, puedes clicar aquí.

– Chez Mathias: Situado justo a primera línea de la playa, aquí es donde nos alojamos nosotros. Tiene diferentes bungalós de 2-3 personas y lugares para poner tiendas de campaña. En Mathias, su propietario, es un hombre rasta que también organiza excursiones. Las comidas del restaurante también son buenísimas, donde destacamos las gambas con salsa de curry. Una de las mejores opciones para estar en Grand Popo con una gran relación calidad-precio y un lugar ideal para descubrir su entorno. Para más información, podéis escribir un Whatsapp a su propietario en este teléfono: +229 97 18 22 46.

Nuestra ruta

DIA 1: Después de dormir en Abomey y de una última noche muy intensa con el ritual de iniciación del vudú de diferentes jóvenes que vimos en un pueblo, tocaba decir adiós a Euloge, nuestro compañero de viaje durante cuatro días por el centro del país donde habíamos podido conocer diferentes grupos tribales (si quieres saber más, clica aquí), y conocer mejor la historia y la belleza de Benín. Está claro que sin Euloge no hubiéramos podido acceder a estos lugares, ya que por libre muchas veces cuesta mucho. Se encuentran situados en lugar bastante aislados y son bastante cerrados en los forasteros solitarios (al menos, los que vimos nosotros). Si vas con alguien que conoce la zona, siempre entiendes más lo que pasa a tu alrededor y, durante estos días, Euloge había sido un gran acompañante que ahora se ha convertido en un amigo.

Fuimos al Auberge de Abomey y luego ya cogimos el coche y fuimos dirección a Grand Popo, donde nos dejaría Euloge para continuar nuestro viaje en solitario. Pero, no íbamos solos, porque también nos acompañaba la Xoli a quien le quedaban pocos días en Benín antes de volver hacia Girona.

Recorrimos la RNIE4 que pasa al lado de la frontera con Togo y nos paramos en un pequeño poblado que hacían el mercado semanal. Allí, pudimos pasear y ver cómo vendían cereales y también cómo lo purgaban y lo limpiaban con el fin de venderlo a punto para hacer harina. Las sonrisas y las risas de la gente al vernos demostraban la hospitalidad de esta zona rural donde el mercado era el evento del día. Motos cargadas de sacos, paradas improvisadas en medio de la calle y gente arriba y abajo era el marco de una parada perfecta en nuestro trayecto hacia Grand Popo. ¡Los mercados en África siempre tienen algo especial!

Después, antes de llegar a Grand Popo, hicimos una parada para comer en un lugar especial. Euloge nos dijo que era un lugar muy bonito, y cuando vimos que estábamos justo a la orilla del lago Ahemé no nos defraudó nada. Allí, sobre un muelle de madera que se adentraba en el agua del lago pudimos comer un buen plato de pescado contemplando la vista del lago, donde sus aguas continuaban el recorrido hasta llegar a la desembocadura de «la bouche du roi», a los pies del océano Atlántico.

Pudimos comer tranquilamente en un entorno paradisíaco y, justo cuando marchábamos, llegó un grupo de estudiantes occidentales que seguramente estaban haciendo algún tipo de stage en Cotonou porque iban acompañados de unos adultos que parecían sus maestros. Era hora de marcharse y recorrer la última media hora antes de llegar al alojamiento de Chez Mathias, lo que sería nuestro alojamiento durante las dos siguientes noches en Grand Popo.

Nos despedimos de Euloge y quedamos que nos encontraríamos antes de marcharse definitivamente de Cotonou: la Xoli para volver a Girona y nosotros para coger un autobús e ir a descubrir en solitario la región norte del país. Antes, sin embargo, cogió tamaños de nuestros cuerpos porque nos quería regalar un vestido africano con un sastre que conocía y que trabajaría día y noche para tener nuestros trajes en 3 días.

Ese día, en Grand Popo, solo tuvimos tiempo de dar una vuelta por la playa de delante del alojamiento, descansar en nuestro bungalow y negociar con Mathias las actividades que podríamos hacer. La actividad estrella era el recorrido por el río Mono, así que al día siguiente estaríamos todo el día con él para descubrir el pasado histórico de la ciudad y conocer el arte de la pesca y los paisajes espectaculares de los humedales que se encuentran situados en la unión entre el río Mono y el océano Atlántico. ¡Era hora de ir a descansar que mañana nos esperaba un día muy intenso!

DIA 2: Ese día iríamos con el coche de Mathias que nos enseñaría los puntos por los que Grand Popo es importante. La primera parada, fue justo a la salida del pueblo, donde visitamos una de las casas coloniales portuguesas donde guardaban los esclavos. Allí, siglos atrás, miles de personas estaban amontonadas esperando ser compradas por algún comerciante que las enviaba hacia el Nuevo Mundo para trabajar en las plantaciones que requerían una mano de obra importante. Era la última parada antes de afrontar un viaje sin retorno, un viaje hacia la miseria que los borraba como seres humanos. Hoy, aquella casa sólo eran cuatro paredes que estaban al lado de arbustos y hierba que había crecido como si quisiera olvidar aquellos siglos de penuria que vivió la población local con la esclavitud. Quizá de unos años, aquella casa, a la que ni se podía subir al segundo piso, ya estará totalmente en escombros; pero esperamos que nunca se olvide el pasado que vivieron millones de africanos. Como dice la conocida frase, quienes no conocen la historia están condenados a repetirla.

Después de esta primera parada, nos adentramos hacia un trozo de tierra que estaba limitado por el océano Atlántico a nuestra derecha y por el río Mono a nuestra izquierda. El camino pasaba en medio de otras palmeras, y en las playas podías ver pescadores trabajando con sus redes, barcas de madera decoradas y amarradas en la arena y poblados de pescadores que se habían creado junto al camino.

De hecho, nos sorprendió ver a un grupo de chicos que iban todos con un uniforme naranja. En Mathias paró para saludar y allí pudimos ver que el grupo de chicos todavía estaba en un estado de fiesta muy intenso. Todos bailando y bebiendo bajo la luz del sol que ya empezaba a apretar. Según Mathias, era un grupo de pescadores que habían cobrado y estaban celebrando que la pesca había ido bien. En África, la vida se vive el día a día… Por lo tanto, si hay algo que celebrar hoy, no lo dejes para mañana.

Después de conducir por aquella carretera que era una recta larga rodeada de un paisaje marítimo muy bonito, llegamos a una explanada donde dejamos el coche y subimos a una canoa para empezar a navegar por el río Mono, una de las experiencias más bonitas durante nuestro viaje a Benín.

El hecho de ir con canoa hace que te adentres en la belleza del entorno, ya que vas a un ritmo lento roto solo por el ruido del remo con el agua. La quietud y el silencio de aquel paisaje de humedales que teníamos nuestro delante era espectacular.

Por un lado, veías otras canoas con pescadores que tiraban las redes por encima de sus cabezas y la recogían con el fin de coger los peces que habían caído en sus trampas. Y, después, volvían a repetir la misma acción… Encima de las canoas, tenían que hacer equilibrio para no caer y ver cómo la red se abría al aire durante un par de segundos antes de caer al agua era de una belleza increíble.

Por otro lado, había pequeñas islas con canoas aparcadas que conformaban diferentes poblados donde vivían aquellos pescadores. Nosotros paramos en un lugar para ver cómo hacían el vino de palma, cómo cocinaban y a dónde vivían la población de etnia mina, que anteriormente se había dedicado al aceite de palma pero que ahora se dedicaba a la pesca y a la recolección de cocos.

El río Mono se iba ampliando por momentos, formando pequeñas zonas donde crecía vegetación. En la orilla del río encontrabas pescadores que con los pies en el agua pescaban con sus redes, mientras otros, de pie y concentrados, intentaban arreglar sus redes para asegurar que no hubiera ningún agujero donde se pudieran escapar los diferentes peces del río. De vez en cuando, a nuestra derecha dejábamos de tener árboles y nos encontrábamos con una duna de arena bien ancha, y al otro lado, el océano Atlántico. Estábamos llegando a «la bouche du roi».

Dejamos la canoa en el lado derecho del río, y desde allí fuimos caminando hasta donde el agua dulce se entrelaza con el agua salada, donde el río se encuentra con el océano Atlántico. Aquella desembocadura era impresionante, con un paisaje de una belleza indescifrable, acompañada de un día de sol radiante. La magnitud del océano se comía aquel pequeño trozo de río, cuyas aguas venían del lago Ahemé y del canal de Ahô y de donde también vendía la mayor parte de la riqueza de todos aquellos poblados que dependían exclusivamente de la pesca.

Después de un buen rato contemplando cómo los pescadores desarrollaban el arte de su pesca y caminar por la duna de arena que separaba el río del océano, volvimos a la canoa y deshacemos camino, con la ayuda de la marea que subía, para ir a parar en un pequeño islote de vegetación cubierto de árboles donde haríamos nuestra comida. Un lugar totalmente idílico, como si se tratara de una isla desierta.

Allí, Mathias sacó una márfaga larga y encima puso un manto para empezar a preparar la comida; mientras nosotros aprovechábamos para hacer unas fotos en un árbol que estaba casi caído sobre el agua y descansábamos estirados bajo la sombra de los árboles que habían crecido gracias a los humedales de esta reserva de la Biosfera.

Disfrutamos de una gran compañía y de un almuerzo fantástico, sobre todo por aquel paisaje junto al río Mono y sintiendo la fuerza del océano detrás. Después de un tiempo más de desconexión, volvimos a la canoa y llegamos otra vez a donde teníamos el coche. Dejamos la canoa al margen para que un compañero de Mathias se encargara de guardarla y nos despedimos del río Mono, una de las experiencias más interesantes a hacer durante tu visita a Grand Popo.

La vuelta al coche la hicimos en silencio, solo escuchando la música rasta del coche atroz de Mathias y contemplando la belleza de las palmeras, el océano y toda la gente que caminaba. Aquí en Grand Popo todavía no ha llegado del todo la modernidad, y no existe el transporte público, así que muchos se mueven a pie por caminos de tierra entre palmeras que, junto con las playas, convertían aquella estampa en la más idónea para aquel día que habíamos vivido navegando el río Mono y llegando hasta la desembocadura de «la bouche du roi». 

Llegamos al alojamiento, aprovechamos para hacernos una ducha y nos relajamos en ese entorno tranquilo de Benín. A pesar de ser uno de los más conocidos, como se trata de una lengua larga de tierra que está justo en Togo, es muy fácil no encontrar grandes muniones de turistas y así poder desconectar un poco leyendo, toman el sol o contemplando, en silencio, la belleza del océano en un continente tan especial como es África.

DIA 3: Después de levantarnos por última vez justo delante del océano Atlántico, tocaba hacer otra vez maletas para ir con un taxista hasta Cotonou y volver a nuestro alojamiento de siempre, el Haie Vive, antes de separar los caminos con la Xoli.

El taxista, como ocurre habitualmente en África, no llegó precisamente puntual. Había ido a buscar más pasajeros y después de poner el equipaje detrás, subimos al vehículo. La Xoli detrás con el resto de pasajeros y Esteve y la Laia compartiendo el asiento de delante. Esta distribución era la habitual en la mayoría de vehículos de Benín. Cuando más gente pudiera subir, mejor por el taxista que haría el recorrido aunque estuviera incumpliendo la normativa de tráfico.

Dejamos Grand Popo detrás nuestro y después de cruzar el río Mono y pasar por el lado del lago Ahemé, se notaba que volvíamos hacia Cotonou por la cantidad de motoristas que había en la vía lateral y delante nuestro. Cotonou es una ciudad que destaca por la gran presencia de motos, donde destacan los Zems que con sus petos de color amarillo se convierten en el mejor taxi para moverte por la ciudad.

Llegamos de nuevo al alojamiento Haie Vive. Esta vez nuestra habitación estaba ocupada por dos chicos indios que habían venido a hacer negocios a Benín, así que nos tocaba dormir en el piso de arriba. Después de pasar todas las fotografías y descansar, cogimos unas motos y fuimos hacia Dantokpa para dar una vuelta por el mercado. Como ya sabéis, es uno de los mercados más grandes de África Occidental que te deja bien hipnotizado y donde puedes encontrar de todo.

Como ese día era la última noche de la Xoli, fuimos hasta un bar que estaba en la calle de nuestro alojamiento a hacer una copa y recordar los momentos intensos que habíamos vivido durante nuestro viaje a Benín. África es intensa y creíamos que la Xoli lo pudo vivir durante aquellos días a donde habíamos ido con barca pública hasta Ganvié para dormir en este pueblo flotante, habíamos descubierto la mezcla afrobrasilera de Porto Novo, habíamos conocido diferentes grupos étnicos, habíamos asistido a una danza Gelede y a una ceremonia de iniciación al vudú,  habíamos navegado por el río Mono y habíamos disfrutado de la belleza del paisaje y de la gente beninesa.

Al día siguiente, antes de marcharse, nos encontramos de nuevo con Euloge y en Gola, el sastre, que nos enseñó los trajes africanos que nos llevaríamos de recuerdo. Allí, en el restaurante de shawarmas de aquel último almuerzo, nos hicimos una foto por la prosperidad: Laia, Esteve y la Xoli vestidos a la africana… Gracias Euloge, gracias Benín! 

Categories: BENIN
Etiquetes:
BENIN: Información práctica y sus imprescindibles

BENIN: Información práctica y sus imprescindibles

Capital: Porto-Novo Superficie: 114.763 km2 Habitantes: 12.996.895 habitantes (2021) Densidad población: 113,25 habitantes por km2.  Idiomas: Benín es un país con gran diversidad lingüística. Podemos encontrar hasta 55 idiomas, aunque el idioma oficial del país...

leer más
BENIN: ¿Cómo organizar un viaje por el país?

BENIN: ¿Cómo organizar un viaje por el país?

Benín es un país situado en la costa de Guinea que tiene alrededor de 12 millones de habitantes. Es un país alargado con una extensión de 114.763 km2. Ex colonia francesa, hoy en día este pequeño país destaca por su gran diversidad cultural y para tener el vudú como...

leer más
BENIN: Cotonou, la ciudad de los Zem

BENIN: Cotonou, la ciudad de los Zem

Cotonou es la ciudad más grande y más importante de Benín. Es donde encontramos el aeropuerto internacional, nuestro primer punto de llegada a la ciudad que seguro que te sorprenderá. A pesar de ser la ciudad más poblada no es la capital oficial de Benín. Esta es...

leer más
BENIN: Pays Taneka, el pueblo escondido entre montañas

BENIN: Pays Taneka, el pueblo escondido entre montañas

El Pays Taneka es una de las zonas que más nos gustó de nuestro viaje a Benín. Situado entre las ciudades de Djougou y Natitingou, este grupo étnico ha vivido refugiado en las montañas que reciben el nombre de Taneka durante miles de años con el fin de esconderse de...

leer más
BENIN: Ganvié, la Venecia africana

BENIN: Ganvié, la Venecia africana

Ganvié es una de las poblaciones más icónicas de Benín. ¿El motivo? Pues que se trata de una población flotante construida sobre las aguas del lago Nokoué, a poca distancia de Cotonou. Dicen que Ganvié es la Venecia africana, aunque nosotros disertamos y podríamos...

leer más
BENIN: Porto Novo, la capital con aires brasileños del país

BENIN: Porto Novo, la capital con aires brasileños del país

Porto Novo es la actual capital de Benín. A pesar de tener sólo 250.000 habitantes y un ambiente mucho más relajado que Cotonou, siempre ha tenido un peso importante en la historia. Hoy en día, es una ciudad que alberga los principales museos del país como el Museo...

leer más

0 comentarios

Enviar un comentario