Los perros salvajes son animales que hemos descubierto en este gran viaje. Conocíamos su existencia, pero no sabíamos nada sobre ellos. Y realmente, son unos animales sorprendentes que han acabado estando en las listas de nuestros favoritos. ¿Quieres saber por qué?
– Todos los perros salvajes son distintos
El perro salvaje, también llamado a veces perro de caza o perro pintado africano, tiene un pelaje coloreado e irregular; orejas grandes parecidas a murciélago; y una cola tupida con una punta blanca que puede servir de bandera para mantener el contacto de la manada durante la caza.
No hay dos perros salvajes exactamente iguales, por lo que es fácil identificar a individuos por su pelaje y manchas.
– Es una de las especies más amenazadas del mundo
El perro salvaje africano es el quinto mamífero más amenazado del mundo y el segundo depredador más amenazado de África. Han ido desapareciendo geográficamente del continente. Antes, estos animales se podían encontrar en más de 39 países del continente africano con una población de más de 500.000 habitantes. Ahora, sin embargo, las estimaciones sitúan a la población del perro salvaje africano entre 3000 y 5000 repartidos por sólo 14 en 25 países de África. Sus poblaciones más grandes se pueden encontrar en Botsuana, Zimbabwe, Namibia, Zambia, Tanzania y Mozambique.
Desafortunadamente, todos estos datos han hecho que el perro salvaje se declarara en peligro de extinción. Hay muchas razones para esta dramática disminución del número: la invasión humana, la caza furtiva y la competencia de depredadores mayores han jugado su papel en disminuir la población de estos animales.
– Son animales muy sociales e inteligentes
Los perros salvajes son sociales y se reúnen en manadas de unos 10/15 individuos, pero algunas manadas superan los 40. Antes de la reciente disminución de la población, se registraron grupos de hasta 100 ejemplares.
Dentro de la manada, estos caninos tienen una estructura social única. Cooperan en el cuidado de los heridos y enfermos, existe una falta de agresividad general entre los miembros de la manada y hay poca intimidación entre la jerarquía social.
Cada grupo de caza tiene una pareja dominante. Suelen ser la única pareja que permanece monógama de por vida. Los perros salvajes también tienen una gran variedad de vocalizaciones que incluyen un breve ladrido de alarma, un aullido de concentración y una llamada de contacto similar a una campana que se puede escuchar a largas distancias. Los rituales de saludo elaborados se acompañan de silbidos y gemidos.
– Son los depredadores con mayor éxito en las cacerías
Los perros salvajes africanos son algunos de los depredadores mejor adaptados de la naturaleza y cuando una manada va a cazar tienen más de un 80% de posibilidades de matar. Esta cifra es aún más impresionante si se tiene en cuenta que los leones, considerados a menudo excelentes cazadores, tienen una proporción de éxito de aproximadamente el 30% en cada caza que comienzan.
Gran parte de sus logros de caza y jerarquías sociales provienen de su capacidad de comunicarse eficazmente entre ellos mediante extrañas llamadas parecidas a silbidos que ayudan a coordinar sus actividades.
– Toda la manada está implicada en el bienestar de los cachorros, heridos y enfermos
Una manada de perros salvajes africanos consiste en un grupo de perros salvajes con una pareja productiva (macho alfa y hembra alfa). Esta pareja son los únicos individuos responsables de reproducir y restablecer la próxima generación de perros salvajes dentro de la manada. Las camadas suelen estar formadas por entre 4 y 12 crías.
A veces las hembras no alfa tendrán crías. Esto puede provocar que las hembras tengan que criar a las crías solas, pero a veces los grupos criarán ambas camadas.
Tanto los machos como las hembras cuidan a las crías y les dan comida, ya que los cachorros son vitales para la supervivencia futura de la manada. Los miembros cazadores de la manada vuelven a la madriguera donde regurgitan carne para la hembra, los cachorros, individuos heridos y hembras embarazadas.
Aunque las camadas son grandes, sobreviven muy pocas crías. Cuando el número de grupos se reduce, la caza no es tan eficiente y los adultos pueden no llevar suficiente comida para los cachorros.
En 2019, los guías del delta del Okavango de Botsuana se sorprendieron al descubrir que los adultos de una manada viajaron más de 5 km para robar cachorros de otra y así asegurarse la supervivencia de su grupo.
– Los perros salvajes africanos ayudan al equilibrio natural
Cazan una gran variedad de presas, tales como gacelas y otros antílopes, facóqueros, ñus, ratas y pájaros. Como la mayoría de los depredadores, juegan un papel importante en la eliminación de los animales enfermos y débiles, ayudando así a mantener el equilibrio natural y mejorar las especies presas.
Sin carnívoros como los perros salvajes africanos y los demás depredadores, el número de población de la especie herbívora se descontrolaría, lo que hace que los hábitats se conviertan en incapaces de recuperarse de todo el consumo de la especie herbívora.
A medida que los asentamientos humanos se expanden, los perros en ocasiones han desarrollado gusto por el ganado, aunque los daños importantes son raros y la mayoría de los perros prefieren las presas salvajes.
– Responden muy bien a las labores de conservación de organizaciones
Los perros salvajes africanos se encuentran entre las muchas especies que se benefician de la creación de corredores de vida salvaje protegidos que ayudan a conectar sus hábitats cada vez más fragmentados.
Los grupos de conservación también están trabajando en iniciativas que reduzcan los conflictos entre humanos y perros salvajes africanos. Entre ellas se incluyen iniciativas de concienciación que disipan mitos sobre los animales, así como iniciaciones educativas que ofrecen a los agricultores formación en técnicas de gestión ganadera que eviten la depredación.
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