Las jirafas siempre destacan por su cuello esbelto y alto, que puede llegar a medir dos metros y por su andar tranquilo y pausado que puede llegar a ser muchas veces hipnótico. Cuando las ves tan altas y delicadas, parece que tengan que competir en una pasarela de moda. La jirafa es símbolo nacional de Tanzania y el animal terrestre más alto del mundo. Su altura puede llegar casi a los seis metros. Se cree que según la teoría de la evolución de Darwin, las jirafas tienen este cuello tan largo porque se tuvieron que adaptarse a las condiciones del terreno, lo fueron desarrollando a lo largo del tiempo y así poder acceder a las hojas más altas los árboles. Lo curioso, es que tienen el mismo número de vértebras que los humanos, pero en su caso, mucho más alargadas.
Existen cuatro especies de jirafas: las jirafas del Sur, las jirafas del Norte, las jirafas Masái y las jirafas reticuladas. Las jirafas del Norte tienen tres subespecies (Kordofan, Nubia y la de África Occidental) y las jirafas del Sur tienen dos (las jirafas angoleñas y las Sudafricanas).
Tienen una gran resistencia a la falta de agua. Pueden aguantar varios días sin beber ya que no sudan y tienen un sistema digestivo que les permite absorber el agua de las hojas que ingieren. Con su larga lengua, que puede medir unos 50 cm, comen las hojas más altas y evitan los pinchos de las acacias, su comida favorita. La lengua es de color azul oscuro para protegerla de las quemaduras del sol de la sabana.
Tienen un corazón que pesa unos 12kg, de gran tamaño que bombea sangre a gran potencia para poder llegar arriba de la cabeza. Tienen también unas válvulas a los vasos sanguíneos del cuello que les permiten regular el flujo de la sangre. Por ejemplo, cuando las jirafas tienen que beber agua y bajan la cabeza, estas válvulas regulan la cantidad de sangre y su presión (para evitar que se desmayen).
Las jirafas no son muy dormilonas. Normalmente duermen entre 10 minutos y dos horas al día, y lo hacen derechas para evitar que posibles depredadores se las coman. Son animales sociales que suelen vivir en grupo de 6 a 30 miembros. Estas manadas pero no son fijas, sus miembros van variando.
Las jirafas son polígamas. La gestación dura entre 15-18 meses, y normalmente sólo da luz a una cría. Las jirafas macho luchan por ser el macho dominante de la manada utilizando su cuello. Se dan golpes con los dos cuellos, hasta que uno de ellos es el ganador. Se pueden distinguir los machos de las hembras, fijándonos con los osiconos, las protuberancias óseas que tienen en la cabeza en forma de «cuernos»: los de las hembras son más pequeños y cubiertos de pelo, mientras que los de los machos son más altos y anchos de la punta.
Cada jirafa es diferente. Se las puede distinguir por el cuello como también por las manchas de su piel. Cada jirafa tiene un patrón diferente de manchas, que la hace única y diferente de las otras. Es como su huella dactilar. El tipo de pelaje que tiene hace que sea muy resistente a las altas temperaturas de la sabana africana, así como también les ayuda a camuflarse muy bien entre la vegetación. Cuanto más oscuras sean las manchas, más vieja es la jirafa.
Destacan porque son pacíficas y tranquilas. Normalmente no buscan problemas. Su altura las permite anticiparse a cualquier peligro, ya que ven los atacantes desde lejos y pueden prevenir el ataque. Su momento más vulnerable es cuando beben agua de una balsa, río o lago. Prefieren huir antes de que desafiar a otros animales. Son rápidas, pueden correr a unos 56 km/h en un sprint. La patada de una jirafa puede llegar a ser mortal, y protegen a sus crías de los ataques de los leones así.
Las jirafas viven exclusivamente en el continente africano. Por culpa de la pérdida de hábitat y la fragmentación del mismo, se encuentran también en peligro de extinción. Ha habido un gran descenso de la población de jirafas en el mundo. En la actualidad, se encuentran localizadas en 21 países africanos, especialmente en Camerún, Chad, Uganda, Kenia, Tanzania, Zambia, Namibia, Botswana, Zimbabwe y Sudáfrica.
Hay también mucha caza furtiva de jirafas en África. Muchos cazadores ilegales se pelean también para cazarlas y ponerlas como trofeo, junto con el león y el elefante. Además, con el aumento del VIH, ha aumentado también el interés por las jirafas. En algunas comunidades rurales existe la creencia de que si consumes cerebro o la médula ósea de estos animales, estarás curado del sida. En épocas también de crisis económica, hay muchas zonas de África, que las cazaban y las cazan por la gran cantidad de carne que tienen y que son relativamente fáciles de matar.
Es importante hacer una llamada de atención sobre el peligro que tiene la jirafa de extinguirse, ya que si seguimos este ritmo se pueden ver totalmente eliminadas algunas subespecies en pocas décadas. Está siendo una extinción silenciosa, por ser menos «mediática» que de otros animales, que puede hacer que este animal tan bonito y único se vea totalmente eliminado del planeta Tierra.
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