– ¿Sabías que el récord del mundo de atletismo de 5.000 metros y 10.000 metros está en manos de un atleta ugandés?
Joshua Cheptegei tiene la mejor marca mundial de la historia en la distancia de 5.000 metros (con un tiempo de 12:35.36 que logró en agosto de 2020 en Mónaco durante la Diamond League) y de 10.000 metros (con un tiempo de 26: 11.00 que logró en octubre de 2020 en Valencia).
Es un atleta de la zona de Kapchorwa, una región que tuvimos la suerte de visitar y conocer a alguno de los atletas. Si quieres saber más sobre nuestra experiencia en esta región, puedes clicar aquí. Y si quieres saber cómo fue nuestra conversación con el manager de algunos de los atletas olímpicos ugandeses, puedes ver aquí el artículo.
Los billetes de Uganda son un reflejo de los distintos paisajes que encontrarás por el país
Uganda es un país con gran variedad de paisajes y contrastes. Nosotros tuvimos la suerte de disfrutarlo durante un mes que se nos pasó volando.
La moneda ugandesa son los chelines ugandeses (UGX). Si tienes algún billete en tus manos, fíjate bien porque allí salen diferentes paisajes icónicos de Uganda.
Por ejemplo, en el billete de 5.000 UGX encontrarás una foto del lago Bunyonyi. En el billete de 20.000 UGX aparece el lago Nyinambuga, uno de los lagos de Kasenda. En el billete de 50.000 UGX, los gorilas de montaña son la figura principal. Y tú, ¿qué figuras pondría en los billetes de tu país?
– ¿Sabías que Uganda es el primer país exportador de café de África?
Uganda es el segundo productor de café africano, superado sólo por Etiopía. De todas formas, a nivel de exportación, es el número uno ya que buena parte del café que procesa va destinado a la exportación, principalmente a mercados europeos como Italia y Alemania.
Aquí, la población local bebe más té (en el país verás muchísimas plantaciones de este árbol perenne) pero en cambio el café es el alimento más exportado.
Nosotros tuvimos la suerte de ver todo el proceso desde una plantación situada a los pies del Mount Elgon. Si quieres saber más, puedes clicar aquí. En cambio, el proceso del té lo visitamos en Kericho, Kenia. Si quieres saber cómo se procesa el té, también puedes leer el siguiente artículo.
Idi Amin, uno de los dictadores más extravagantes y sanguinarios de África
Este dictador nacido en el norte del país fue un déspota que gobernó el país durante la década de los setenta. Con 1.95 metros de altura y 110 kg era un amante del boxeo que empezó la carrera militar invitado a un cuartel por su físico predominante. Consiguió llegar al poder y se convirtió en un sanguinario contra los enemigos, la gente de afuera e incluso también los suyos. Tuvo siete mujeres, hizo matar a todos los ex de sus mujeres e, incluso, llegó a matar a alguna mujer suya. Tuvo entre 41 y 54 hijos conocidos.
Cuando lo presentaban, se hacía decir todo seguido como «Presidente vitalicio, Jefe de las Fuerzas Armadas, Mariscal de Campo, Doctor, Vc, DCO, MC, Señor de todas las bestias de la tierra y de todos los peces del mar, conquistador del ‘Imperio británico de la África en general y de Uganda en particular, y último rey de Escocia». Con ello, ya se demuestra la arrogancia y extravagancia de este dictador africano.
Este personaje que desafortunadamente fue muy mediático tiene muchas anécdotas curiosas. Una de ellas ocurrió durante los primeros años de la década de los setenta cuando ya estaba en el poder. Idi Amin se desplazó a Inglaterra de imprevisto, y enseguida se activó el protocolo y cenó el mismo día con la Reina y el Primer Ministro. Éstos le comentaron educadamente que a la siguiente vez avisara con más tiempo para organizar el protocolo de la visita y le preguntaron el motivo de su visita. Idi Amin, que dicen que devoraba toda la comida, les contestó que en Uganda no encontraba buenos zapatos del número 48 y que por eso estaba en Inglaterra.
Se convirtió en el líder de todo lo que giraba en torno al país. Imagínense que echó al seleccionador olímpico de boxeo y él se puso a hacer de entrenador y participó en algunas peleas que eran retransmitidas por televisión. Obviamente, las ganó todas. De todas formas, era un hombre salvaje que no se fiaba de nadie. No dormía dos noches seguidas en el mismo sitio, y nunca podían contactar con él. Eso sí, todos sus ministros y trabajadores debían estar a su disposición 24 horas.
Así era el personaje de Idi Amin, una figura que nadie sabía si actuaba en serio o actuaba con frivolidad y sarcasmo (envió, en medio de las tensiones entre la URSS y China un telegrama comentando que quería verlos felices o anunció por televisión el despido de una ministra suya y explicó el motivo: la encontraron haciendo el amor con un blanco en los lavabos del aeropuerto de París.
Sin embargo, fue un sanguinario que ordenó asesinatos y torturas a diario a todos aquellos que no les caía bien. Torturaba a la gente en edificios céntricos y con las ventanas abiertas para que la población pudiera oírlo. Tal y como escribió Kapuscinski, «Uganda empezó a convertirse en un teatro -trágico y con sangre brotando a borbotones- de un solo actor: Idi Amin».
Perdió el poder también por una tozudez personal. El odio personal que sentía por el ministro de Tanzania le llevó a intentar la ocupación del país vecino, pero éstos contraatacaron e Idi Amin se marchó a exiliarse a Arabia Saudi donde murió en el 2003. Una biografía que necesitaría muchos capítulos para explicar las barbaridades de ese personaje bárbaro que desgraciadamente gobernó en Uganda durante 8 años.
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