El gorila de montaña es uno de los gorilas más conocidos gracias a las investigaciones de Dian Fossey y a la película de los “Gorilas en la niebla”. También es conocido gracias a King-Kong que, pese a destruir la ciudad de Nueva York, ha hecho que este animal todo el mundo lo reconozca fácilmente en cuanto lo ve.
Son los mayores primates de todos los que existen y los que evolutivamente se parecen más a nuestra especie. Se dice, que hace muchos años, una tribu africana encontró a un animal que se parecía a los humanos más que a todos los demás que conocían. Eran tan parecidos que decidieron llamar a ese animal como “gorila”, que quería decir “persona peluda”.
Durante siglos, estos preciosos animales fueron estigmatizados como demonios negros y muchos renegaron sobre el origen africano del hombre y nuestra similitud con ellos. Compartimos el 99% del material genético. Hoy en día, el conocimiento de esta estrecha relación entre el hombre y los gorilas avanza de la misma forma que afecta a la amenaza de su extinción.
Actualmente existen dos especies de gorila: el gorila occidental (Gorilla Gorilla) y el gorila oriental (Gorilla Beringei). Los gorilas de montaña son una subespecie del gorila oriental (Gorilla Beringei Beringei).
Estos gorilas sólo habitan en dos lugares montañosos del Este de África: el bosque impenetrable de Bwindi en Uganda y las montañas de Virunga, partidas en tres parques nacionales de tres países diferentes: el parque nacional Virunga en la República Democrática del Congo, el Parque Nacional de Mgahinga Gorilla en Uganda y el Parque Nacional de los Volcanes en Ruanda (PNV).
Son una especie en peligro de extinción. Sólo quedan unos 1000 individuos en todo el mundo, amenazados por la pérdida del hábitat, la caza furtiva y la transmisión de enfermedades de los humanos, especialmente de las infecciones respiratorias que causan el 20% de las muertes repentinas en estos mamíferos.
Sin embargo, existe una pequeña esperanza: la población está aumentado poco a poco y han dejado de ser considerados en peligro crítico dentro de la lista roja de animales en extinción.
Estos animales miden entre 1.65 y 1.80 m (como los humanos) y pesan entre unos 140 a 200 kg. Normalmente los machos pesan el doble que las hembras. Tienen el pelo más largo y oscuro que el resto de los gorilas que le permiten vivir en grandes altitudes y le protegen del frío. Cada individuo suele identificarse fácilmente por sus rasgos nasales propios. Como los humanos, son capaces de reír y llorar.
Los gorilas de montaña cohabitan en grupos sociales que se desplazan y alimentan colectivamente durante el día y descansan juntos durante la noche. Los grupos suelen ser entre 5 y 30 miembros, pero los más habituales son de 10. Cada grupo está liderado por al menos un macho dominante conocido como “la espalda plateada”. Durante el paso de los años, el pelo del lomo de todos los machos cambia de negro a plateado (a los 14 años), pero sólo el más fuerte se convertirá en el líder del grupo, protegiéndolo, tomando las decisiones y encontrando alimentos. No todos los machos llegan a ser líderes de un grupo. Si una madre muere o abandona el grupo, el macho de espalda plateada se encarga de la crianza de la cría hasta que ella abandona al grupo.
El líder del grupo espalda plateada es, pues, el eje principal de todo el grupo. Cuando éste muere, el grupo se ve muy afectado y puede provocar que el grupo se disuelva a menos que haya algún macho que lo releve.
Los grupos normalmente están formados por un gorila espalda plateada, diferentes hembras y los gorilas jóvenes y crías. A veces hay grupos de gorilas formados por más de un macho espalda plateada que son hermanos o padre-hijo. También se pueden encontrar machos solitarios o que forman grupos donde sólo hay machos. Los gorilas jóvenes machos, habitualmente (pero no siempre) abandonan su grupo familiar que han nacido cuando el pelo de su lomo comienza a volverse plateado y al cabo de unos años de soledad, formarán un grupo nuevo con hembras. Las hembras también cambian de grupo cuando tienen entre unos 6-10 años a un grupo ya establecido o se emparejan con un macho solitario formando un grupo nuevo. Será a los 10 años normalmente, cuando se aparean y tienen las primeras crías. Uno de cada tres crías que nace muere antes de los tres años de vida. A su vez, cada hembra sólo se empareja cada 4-5 años.
Un gorila adulto tiene la fuerza equivalente a 10 hombres mayores, en cuanto que cuando un gorila macho de montaña se golpea en el pecho, éstos puedan escucharse a más de un radio de un kilómetro entre la selva . Se dicen que estos golpes en el pecho, similares a un tambor, pueden tener una función reproductiva para llamar la atención de las hembras, o también amenazadora, para disuadir a otros machos rivales con el golpeo que da información sobre el tamaño corporal del rival y la capacidad competitiva, así como una forma de permitir la identificación de cada individuo.
Los gorilas son animales pacíficos y tranquilos, normalmente se les verá desparasitando a sus compañeros, relacionándose entre ellos y jugando. Hay pocas ocasiones que surgen conflictos entre ellos, y éstas son mayoritariamente cuando dos grupos se encuentran y compiten por la zona de comida o por el emparejamiento de los machos con las hembras dentro de grupos que hay más de un macho o entre grupos diferentes. Las crías viven con sus madres durante sus primeros cuatro años de vida.
Los gorilas son herbívoros. Pasan casi todo el día buscando comida y comiendo hojas, raíces, hierbas, tallos, cortezas, flores y frutas. Algunas veces también comen pequeños insectos o gusanos. Un gorila adulto puede comer hasta 35 kg al día. A los gorilas les gusta mucho descansar y relajarse cuando están buscando alimento. Cuando oscurece, suelen dormir en las ramas de los árboles donde cada gorila se construye cada tarde su propio nido. Sólo las madres comparten su nido con sus crías.
Son considerados como animales muy inteligentes, de hecho se les considera uno de los animales más inteligentes del planeta. Son conocidos por el uso de herramientas como palos o piedras para abrir cocos, medir la profundidad de un río o asustar a posibles depredadores. También en cautiverio, algunos han aprendido de los humanos a utilizar un lenguaje de signos.
Poder compartir una hora de tiempo junto a estos gorilas de montaña en libertad es una experiencia inolvidable que siempre recordaremos. Nosotros pudimos vivirlo desde el Bwindi Impenetrable Forest, en el sector de Nkuringo. Si quieres saber más sobre nuestra experiencia allí, puedes clicar aquí.
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