El lago Victoria es el lago interior más grande de África y el lago tropical más grande del mundo. Con una superficie de 68.800 kilómetros cuadrados, este gran lago africano se encuentra en África Central y se encuentra en una antigua cuenca en las fronteras de tres países: Tanzania, Uganda y Kenia. Es un lago en el que habita la tribu luo y que se encuentra en una depresión poco profunda entre el valle del Rift occidental y oriental. Está formado por varios archipiélagos compartidos entre los tres países.

El lago Victoria fue un punto estratégico en la historia de África y de la colonización europea de este continente. Fueron Burton, y su ayudante Speke, los primeros que se aventuraron en seguir las rutas de los mercaderes de esclavos para llegar a lo que era entonces el gran reto histórico: saber dónde estaban las fuentes del Nilo. El lago Victoria antes era conocido como lago Nyanza. John Speke, el primer europeo en llegar al lago Victoria en 1858, fue quien lo bautizó con el nombre de Victoria en honor a la reina de Gran Bretaña. De todas formas, todavía no se había resuelto el gran enigma de saber dónde nacía el río Nilo. No fue hasta después de 3 años que Speke, con la ayuda de otro explorador (Grant), descubrió que el nacimiento del río Nilo se producía en Jinja, territorio de la actual Uganda. En 1890, con el auge de la lucha europea por las colonias africanas, Gran Bretaña y Alemania se dividieron el lago Victoria con la parte sur para Alemania, la parte norte para Gran Bretaña, hasta que llegaron las independencias de los distintos países: Uganda y Kenia descolonizándose de Inglaterra, y Tanzania, de Alemania.

La mayoría de la población vive de la pesca y de la agricultura. En el lago Victoria hay 500 especies de peces registradas, incluida la famosa pértiga del Nilo, que es una especie invasora que se introdujo en los años cincuenta.

En la parte keniana, podrás visitar diferentes islas como Rusinga, Mfangano o Takawiri donde la gente local que habita mayoritariamente vive de la pesca. Toda la vida local gira alrededor del agua, y allí verás a los pescadores trabajando con sus redes, la gente lavando ropa y duchándose en la orilla, niños que van a buscar agua con garrafas al lago y un ambiente tranquilo y relajado.

¿Cómo llegar?

Para llegar al lago Victoria desde Kenia, es necesario dirigirse a la población de Mbita para después cruzar a la isla de Rusinga a través del puente. Para llegar a Mbita desde Kericho, hay que tomar la carretera que va hacia Kisii, Homa Bay y finalmente Mbita.

Las otras islas, como Takawiri y Mfangano, será necesario que vayas a través de un ferry (waterbus) que sale de Mbita o contrates una barca de pescadores que te lleven desde Rusinga. El precio del waterbus de Mbita a Mfangano es de 200 KSH por persona y trayecto.

Al tratarse de un lago, hay otros muchos puntos de llegada como el norte desde la zona de Kisumu, o desde la misma población de Homa Bay. Nosotros os hemos indicado la que lleva a las principales islas que pueden encontrarse en la parte keniana del lago Victoria.

¿Qué hacer en el lago Victoria?

El lago Victoria es un lago con mucha historia. Allí, podrás disfrutar de diferentes actividades y de diferentes visitas a las islas, entre las que destacamos:

– Isla de Rusinga:

La isla Rusinga se encuentra en el extremo oriental del lago Victoria. Es una isla alargada y larga que mide 16 kilómetros de largo y 5 de ancho. Lo que hace famosa a la isla de Rusinga es la presencia extraordinaria de ricas e importantes elementos fósiles que datan de hace unos 18 millones de años.

Es la isla más poblada del lago Victoria (Kenia) aunque no da la sensación de mucha densidad de población mientras atraviesas la isla. Tiene un aire muy rural y tranquilo. Rusinga no destaca por sus actividades turísticas, pero realmente la esencia suya es ese equilibrio entre autenticidad y bienvenida de su población Luo. Es un buen destino para conocer a su gente y ver cómo se encara la vida en el lago Victoria. También es un buen puerto de entrada para visitar las islas de alrededor.

– Isla de Takawiri:

Ya por su nombre, cuando te llaman «Takawiri» piensas en una isla que podría estar en Hawái pero que realmente se encuentra en el lago Victoria. Es una isla pequeña, donde la mayoría de su población se dedica a la pesca y también algunos de ellos, comienzan a cultivar los pocos vegetales que crecen en sus tierras.

Tiene una ventaja con las otras islas: dispone de playas de arena blanca y palmeras como si estuviéramos en el Caribe. Este hecho, ha provocado que se haya establecido el único resort de la isla, donde puedes quedarte unos días o pasar el día y quedarte a comer. Este resort, sin embargo, es una burbuja turística del resto de la isla, que recomendamos ir y visitar a su gente, amable y acogedora.

– Isla de Mfangano:

Esta isla se encuentra en el lado oeste de la isla de Rusinga. Es la segunda isla más grande del lado keniano y como muchas, sus habitantes viven a orillas del lago. La pesca es la principal actividad económica. Se puede acceder a la isla en barco desde Rusinga o con el ferry de Mbita.

Mientras visitéis la isla, tendréis la oportunidad de interactuar con la gente local y participar en su día a día con actividades organizadas por los hoteles y hostales de allí como: la pesca, la navegación, la cocina de comida local…

– Isla de los pájaros o Mbasa island:

Esta isla es un santuario de pájaros, nadie puede vivir en ella. La gente sólo la visita en barco y da la vuelta a la isla. Se pueden observar más de 100 especies de pájaros. Las aves dependen principalmente de los pueblos de pescadores para comer, puesto que comen la mayoría de los peces (dagaa) capturados por los pescadores.

¿Dónde dormir?

– Rusinga Home Stay: Alfons y su hermosa familia viven en la parte oeste de la isla, en una bonita casa que dispone de una gran extensión de césped para acampar y unas bonitas bandas junto a su casa. Nosotros nos alojamos aquí, acampando con nuestro coche y en todo momento nos sentimos como en casa.

Recibimos una acogida muy cálida por parte de toda la familia, que están muy implicados socialmente por el cambio social de la isla. Lideran proyectos de empoderamiento de mujeres y microcréditos, charlas sobre sexualidad en las escuelas, agricultura… Puedes contactar con Alfons en su teléfono (dispone de WhatsApp): +254 711 986206.

– Rusinga Island Lodge: Es el lugar más popular para alojarse en la isla Rusinga. Dispone de todas las comodidades posibles. Los precios son alrededor de los 180$ por habitación y noche. Los huéspedes pueden disfrutar de la pesca, cruceros en barco, senderismo, bicicleta de montaña y una selección de deportes acuáticos. Puedes consultar su web aquí.

– Takawiri Homestay: Ken dispone de alojamiento en una casita en el pueblo de Takawiri. Está comenzando un proyecto social para mejorar la situación de los habitantes de la isla: alimentación por los más pequeños en la escuela, actividades extraescolares, cultivo de vegetales,… Los voluntarios son bienvenidos para colaborar en su proyecto a través de Workaway o de forma independiente. Puedes consultar la página web del proyecto aquí y contactar con él por teléfono: +254 702 565983 o bien, por email a sunguraongata@gmail.com

– Takawiri Island Resort: Cathy es la propietaria de este bonito resort en la isla de Takawiri. Es un buen destino para relajarse después de unos días de safari en el centro de Kenia. Se puede acampar (ten en cuenta que tendrás que llevarlo todo) o utilizar sus fantásticos bungalows. Es necesario reservar antes de ir, aunque sea a comer. El resort hace pagar una tasa de 500 KSH a las personas que no se alojen o coman allí y quieran utilizar la playa. Puedes contactar con el resort a través del teléfono: +254 726 833857 o bien, reservar habitación a través de diferentes portales online de reserva de hoteles.

Nuestra ruta

DIA 1: Fuimos siguiendo la costa, y el lago Victoria de ruta en coche hacia Mbita. Ya desde el principio podíamos ver cómo el lago se imponía frente a nosotros. Parecía que teníamos frente a nuestros ojos el mar. Una vez cruzamos el puente que han construido para unir Mbita y Rusinga, nos dimos cuenta de que esa isla respiraba mucha paz y tranquilidad. La gente nos iba saludando a medida que pasábamos en el coche con una sonrisa y con un «Hello Muzungu!» muy efusivo. Cuando llegamos a casa de Alfons, nos instalamos, abrimos la tienda del coche y fuimos a dar una vuelta por la isla. Al lado de casa de Alfons, había una montaña donde estaría nuestra meta del anochecer.

Fuimos caminando, hablando con niños y niñas que nos saludaban efusivamente y llegamos a lo más alto de la montaña. Desde allí se podían ver las otras dos islas: Mfangano y Takawiri. Mientras mirábamos la puesta de sol, dos niños con telas iban enrollándolas y haciéndose un balón para jugar al fútbol. Nos dijeron que les gustaba el fútbol inglés. Aquí en Kenia son muy fans del Manchester, Chelsea y Liverpool. Algunos después de decir que eres del Barcelona, ​​también aceptan (no sabemos si por hacernos contentos) que les gusta Messi o Piqué. Dicen que la población Luo, destaca también por saber jugar al fútbol. Un ejemplo conocido, es Olunga que jugaba en el Girona FC.

Hicimos una caminata por la montaña y encontramos una familia en la que todos los niños y niñas nos vinieron rápidamente a encontrar. Estuvimos un rato intercambiando y enseñándonos palabras de Luo y catalán. Una vez el sol se hubo escondido, fuimos a casa de Alfons donde nos habían preparado una cena buenísima de cocina local. En medio de conversaciones con su familia y una chica de Alemania que llevaba 20 años cooperando con la isla de Rusinga, el día acabó en torno a una hoguera.

DIA 2: Nos despertamos y, con una moto, fuimos hacia una playa donde estaba llena de barquitas de pescadores. Una de estas barcas nos llevaría hasta la isla de Takawiri. Unos días antes, habíamos hablado con Ken, un chico que está empezando un proyecto social de mejora de la isla. Teníamos ganas de conocer qué hacía y cómo era la isla, y la mejor forma era de su mano.

Tras cruzar una parte del lago en un trayecto de una hora, llegamos a la playa de Kongata después de un desembarco algo accidentado que dejó a Laia empapada de arriba abajo por las olas que había. Nos llevaron a la casa de Ken, donde nos recibieron con té y unos mandazis (donut al estilo keniano). Allí nos explicó en qué consistía su trabajo y su proyecto para beneficiar a la comunidad. Conocimos también a Fernando, un chico muy majo de Madrid que a través del Workaway llevaba haciendo de voluntario allí un par de semanas. Nos explicaron el proyecto de microcréditos para mujeres viudas de la isla y, como poco a poco, se iba creando un sistema de escucha, acompañamiento y empoderamiento de estas mujeres.

Fuimos a ver el proyecto de alimentación en la escuela, donde cada mañana, se da por lo menos una taza de «Porridge», energética para los niños y niñas. Muchos de ellos nos explicaron que no comen nada antes de ir a la escuela y era una forma de mejorar su rendimiento y, a su vez, su alimentación.

Después de comer, empezaron a venir niños delante de la casa de Ken. Fernando empezó a sacar material y a proponer actividades para los más pequeños. Nos explicó que habían hecho campeonato de fútbol, ​​de dibujo… Ken nos explicó que creía muy importantes las actividades extraescolares durante el tiempo libre después de la escuela, como complemento a la educación formal o a la que recibían en casa. Nos explicó otros muchos proyectos que tiene en la cabeza y que tiene muchas ganas de empezarlos. Espera que en un futuro próximo pueda tener voluntarios suficientes e ingresos/ayudas para ponerlos en marcha y hacer realidad su sueño: mejorar el futuro de la isla.

Después del día intenso, volvimos en barca a la isla de Rusinga donde cocinamos unas tortillas de patatas para compartirlas con la familia de Alfons y despedirnos de lo que había sido una gran estancia en su casa.

DIA 3:  Por la mañana, recogimos todas las cosas. Nos tocaba hacer camino hacia Kisumu, ciudad cerca del lago Victoria donde haríamos las PCR para cruzar la frontera de Kenia con Uganda, y así después aprovechar los últimos días para ir a descubrir el bosque de Kakamega. Si queréis saber más sobre este bosque, puedes clicar aquí.

El lago Victoria, uno de los lagos más emblemáticos de África para los exploradores del siglo XIX y de donde nace una parte del río Nilo (en la zona de Jinja, en Uganda), es quizás un destino bastante desconocido en Kenia, pero que vale mucho la pena visitar por su gente y por toda la belleza que se esconde.